El primer propósito debe ser intentar evitar en el futuro los excesos en las comidas. Se trata de un reto muy difícil porque hay una conducta innata en el ser humano que nos hace tender a comernos todo lo que nos ponen delante. Otro día os contaré el porqué de esto ahora me centraré en deciros cómo podemos recuperarnos del "mal ya hecho".
Lo mejor que puedes hacer es pensar que en aproximadamente un mes habrás recuperado tu peso anterior y los parámetros sanguíneos que se han podido alterar (como por ejemplo, colesterol y triglicéridos) después de comidas excesivas. En realidad, si te lo propones, es fácil ya que el cuerpo tenderá a volver al peso que tenía antes de los excesos que has cometido, por ejemplo, en Navidad.
El mensaje fundamental es: cuando no tengas hambre, no comas. Por un lado, recomiendo
tomar infusiones o, en general, cualquier tipo de líquido caliente teniendo precaución, sin embargo, de que estos últimos no contengan muchas calorías. Los caldos son un buen plato para tomar en invierno, contienen muy pocas calorías porque no poseen grasa añadida. Ahora bien, es importante que los caldos estén clientes porque se sacia más el hambre. Por otro lado, cabe evitar las cremas porque cualquier crema contiene grasa añadida.
Una estrategia interesante sería hacer una comida, que puede ser la comida o la cena, exclusivamente a base de un plato de líquido caliente, por ejemplo un caldo, y toda la fruta que quieras. Ello es extraordinariamente sano. Si tienes la tensión alta, lo que tienes que tomar es toda la fruta que quieras y una infusión de cualquier naturaleza (con precaución con el té porque contiene mucha cafeína). La infusión caliente te mitigará el hambre y la fruta aportará muchas vitaminas, mucha fibra y pocas calorías.
El mito de que la fruta contiene muchas calorías es eso, un mito. Intenta evitar tomar grandes cantidades de frutas como el plátano, pero tampoco le tengas miedo. Un plátano tiene las mismas calorías que las manzanas. Una ventaja adicional al tomar fruta e infusión es que no estás poniendo nada de sal. Ya sabes que los médicos recomendamos que se disminuya la ingesta de sal. Con esta sencilla estrategia podemos conseguir no tomar sal en una de las comidas, un hábito extraordinariamente bueno para tu salud.
Te recomiendo que, para depurar y estabilizar el organismo y recuperar el peso aumentado en los excesos alimentarios, hagas una vida normal y durante unas semanas una de tus comidas principales del día (a mediodía o por la noche) que contenga una infusión o caldo (si tienes la tensión arterial bien) y toda la fruta que quieras. Puedes, en vez de fruta, tomar ensalada, pero en ese caso no le debes poner más de una cucharadita de aceite. El aceite es el alimento que más calorías tiene de todos. Además, la palabra ensalada viene con la raíz "sal". Si tienes la tensión arterial normal, no hay inconveniente en tomar sal en una ensalada, pero si tienes tensión arterial alta, entonces mejor que recurrir a la fruta. Muy pronto recuperarás el peso e incluso es posible que más del que has ganado. De cualquier modo, estos consejos no son aptos como dieta de adelgazamiento a largo plazo, lo mejor para perder mayor cantidad de peso es elaborar un régimen personalizado por parte de un especialista.